Enfocar la atención para transformar algo, por Alejandrina D’Elía
Cuando abordo mi trabajo, parto de un estado de entusiasmo que me impulsa a la acción. Me esfuerzo por identificar dónde se necesita enfocar la atención para transformar algo, sumar valor o agregar un nuevo enfoque a lo que ya existe.

Un entusiasmo que impulsa
Cuando abordo mi trabajo, parto de un estado de entusiasmo que me impulsa a la acción. Me esfuerzo por identificar dónde se necesita enfocar la atención para transformar algo, sumar valor o agregar un nuevo enfoque a lo que ya existe. Me gusta colaborar con otros, escuchar sus ideas y compartir las mías. Busco modelos inspiradores, tanto locales como internacionales, que hayan logrado transformaciones significativas y analizo su impacto. La clave para cada proyecto es encontrar al socio más adecuado, que puede o no estar relacionado con el mundo de la cultura, pero que en esta asociación ambas partes se beneficien. En lo personal, se trata de transformar, dejar una huella, construir con otros que continúen el trabajo, comprender el valor económico de la cultura más allá de su valor simbólico y hacer de la gestión cultural una práctica centrada en valores como el respeto, la transparencia y el compromiso continuo.
Diseñar, iterar, prototipar, testear, implementar y escalar
Me formé en un modelo donde la cultura sólo podía pensarse con gente del campo de la cultura. Pasaron muchos años para comprender, desde la práctica, la importancia de sumar otras disciplinas y explorar modelos de trabajo innovadores y disruptivos que cuestionen los formatos tradicionales a la hora de pensar y diseñar proyectos. Desde hace mucho tiempo, he estado siguiendo el mundo emprendedor, donde creo que la cultura debería inspirarse. Un mundo que se caracteriza por diseñar, iterar, prototipar, testear, implementar y escalar. Un mundo de acción que combina el riesgo con una planificación cuidadosa. Un mundo en el que todos buscan invertir para obtener ganancias. La pregunta es: ¿cómo podemos hacer que la cultura sea atractiva para este mundo, donde todos buscan invertir? ¿Qué debemos hacer para lograrlo? Muchos de los proyectos de los alumnos que acompaño en clase y en las tesis de la Maestría tienen esta impronta, y me gusta seguirlos y alentarlos para profundizar en esta línea.
El tiempo son caminos
Recomiendo el libro de poemas Lugares donde uno no está (Poemas 1996-2016) de Laura Wittner.
Como lo expresa muy bien en el prólogo José Villa “El tiempo son caminos, calles, burbujas, el espacio pantallas, fotos, mapas, arabescos, el tiempo dramas, amores, conflictos, el espacio estaciones, aeropuertos, hijos”.
Hace unos años, asistí a una visita guiada por el barrio de La Paternal, organizada por Urbanismo Vivo como parte del "Festival de Caminatas". Laura nos llevó por los lugares donde vivió de niña, la escuela a la que asistió y su habitual camino de casa a la escuela, sorteando los negocios de la Avenida Warnes que vendían repuestos de autos y todo tipo de tuercas y piezas que ella iba recolectando en las calles y los negocios durante el viaje. Los recuerdos de Laura en esa visita me transportaron a mi propio camino a la escuela y reviví ese tiempo con mis propios caminos, calles, amores y conflictos. Fue un viaje a mi propia infancia, a través de escenas y lugares que me permitieron reconocerme. Laura vuelve a plasmar esos recuerdos en este libro a través de sus poemas.
La alas del deseo de Wim Wenders y el poema “Cuando el niño era niño” de Peter Handke
Wim Wenders es un cineasta que he seguido durante muchos años y que en sus obras siempre me conmueve su poesía y forma de contar las historias. Una de las obras más inolvidables es "Las alas del deseo", que relata la historia de dos ángeles que observan la vida terrenal desde la altura de la Columna de la Victoria y sobrevuelan la Berlín de la posguerra, próxima a la caída del muro. Uno de ellos, Damiel (Bruno Ganz) que ha perdido la memoria y aún no sabe que es un ángel, repite el poema “Cuando el niño era niño” de Peter Handke mientras observa la vida de los humanos. Damiel, en su proceso de comprensión de la existencia humana, utiliza este poema como una herramienta para reflexionar sobre el tiempo y la infancia.
Por otro lado, comete un error humano y se enamora de una trapecista. Este amor se vuelve insoportable por no poder tocar a quien ama. Para ello, decide perder su condición de inmortalidad y convertirse en humano para poder sentir. La película está filmada en blanco y negro, porque los ángeles no ven en color. Al caer a la tierra y volverse humano, la escena se transforma en color y aquello que se anhelaba, a veces lleno de carencias, toma nueva forma en la tierra.
Alejandrina D'Elia es Licenciada en Organización y Dirección Institucional (Universidad Nacional de General San Martín) con Posgrado en Gestión en Cultura y Comunicación (FLACSO). Especialista en diseño de políticas públicas, diseño de programas y herramientas de innovación cultural con impacto en el territorio. Fue Directora Nacional de Innovación Cultural en el Ministerio de Cultura de la Nación. Estuvo a cargo del Laboratorio de Innovación Cultural y los programas Red de Ciudades Creativas, Red de Casas del Bicentenario y del Sistema de Información Cultural Argentina (SiNCA). Fue Directora de Programas y Redes Institucionales en la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de Vicente López, a cargo de la Red de Espacios de VL y del LabVL. Fue Gerente del Programa de Arte, Educación y Tecnología de Fundación Telefónica y dirigió el Espacio Fundación Telefónica donde diseñó la estrategia y la programación. Fue asesora de los espacios Fundación Telefónica de Perú, Chile y España. Especialista en armado de redes locales e internacionales y trabajo colaborativo entre los sectores público-sector privado-sociedad civil. Actualmente es Profesora Asociada en la Carrera de Diseño de la Facultad de Comunicación de la Universidad Austral, asesora y coordinadora del Programa de Accesibilidad Cultural del British Council Argentina, Fellow de la Fundación Bunge y Born en el Programa de Cultura y Patrimonio, donde diseña y coordina los programas de Arte, Ciencia y Tecnología, Industrias Creativas, entre otros.